¿Qué son los Equipos Psicosociales de los Juzgados? ¿Cómo funcionan? ¿En qué consiste su valoración? ¿Funcionan de manera adecuada y efectiva en la actualidad? ¿Son sus informes más relevantes que los del perito psicólogo de parte?
1. ¿Qué son los Equipos Psicosociales de los juzgados?
El pasado día 17 de febrero, se publicó un artículo muy interesante en
Diario Jurídico sobre la valoración que hacen los profesionales del derecho acerca del funcionamiento de los Equipos Psicosociales.
Estos Equipos son un
apoyo técnico
en los juzgados y están formados por profesionales como psicólogos o trabajadores sociales.
Su labor principal es realizar evaluaciones y emitir
informes periciales,
cuando se lo solicitan los órganos judiciales y fiscales, acerca de multitud de cuestiones psicológicas, sociales, familiares o educativas que se deben tener en cuenta en determinados procedimientos judiciales, pudiendo ser también requeridos para su aclaración y ratificación el día del juicio.
Asimismo, estos equipos también cumplen con funciones de prestación de auxilio judicial durante la exploración de menores o personas especialmente vulnerables como pueden ser víctimas de violencia de género.
¿Dónde se encuentran estos Equipos Psicosociales?
Principalmente estos profesionales prestan servicios en procedimientos de familia, aunque también los vamos a encontrar en Juzgados de Violencia sobre la mujer, Juzgados de Vigilancia Penitenciaria, en la Clínica Médico-Forense, entre otros.
En esta entrada nos vamos a centrar en los Equipos Psicosociales de los Juzgados de Familia
cuya labor es crucial puesto que "los informes de estos profesionales suelen resultar decisivos a la hora de determinar las medidas personales a establecer en procedimientos contenciosos de Familia", según refiere Diario Jurídico.
2. Creación de los Equipos en los Juzgados de Familia
Con la creación de la
ley del divorcio (ley 30/81)
profesionales como psicólogos y trabajadores sociales comienzan a incorporarse a los Juzgados de Familia.
Esta ley introdujo en el Código Civil un instrumento auxiliar de enjuiciamiento para este tipo de procedimientos, el dictamen de especialistas en relación a las medidas a adoptar con respecto al cuidado y educación de los hijos.
Funciones de los Equipos Psicosociales en los Juzgados de Familia
La labor de estos equipos va más allá de la realización de informes periciales psicológicos, si no que también se encargan de
asesorar al Juez
para que éste llegue a entender la dinámica relacional de la familia desde una perspectiva no jurídica.
Asimismo, tratará de
ayudar a la familia
a entender la situación por la que están pasando e intentará aumentar sus recursos mejorando las relaciones entre los miembros de la misma.
Sin embargo, su función principal, que ya reflejamos en
nuestro primer post, no es más que realizar evaluaciones de las
capacidades parentales
de los progenitores, la
idoneidad
de los mismos para la
guarda y custodia, el tipo de custodia más adecuada en función del caso que se trate, valoración de cambios de circunstancias para
modificación
de
medidas
o
régimen de visitas, entre otros aspectos, siempre trabajando con objetividad y velando por el interés superior del menor. 3. ¿Qué opina la AEAFA sobre estos equipos?
Según refiere Diario Jurídico, "los equipos psicosociales de los juzgados funcionan de una manera deficiente o muy deficiente
y pueden tardar en emitir sus informes más de un año, según se desprende de la última encuesta de la Asociación Española de Abogados de Familia (AEAFA)".
Tal y como refiere el artículo, esto supone un problema serio puesto que los informes periciales que realizan estos profesionales son, en determinados procedimientos de guarda y custodia, imprescindibles y determinantes.
Valoración negativa de la abogacía especializada
La abogacía especializada parece mantener así una valoración bastante negativa sobre el funcionamiento de los equipos psicosociales. Según el estudio realizado por la AEAFA, "el 45% de los encuestados califica su actividad de deficiente o muy deficiente, un 40% de regular y solo un 15% manifiesta estar satisfecho con su labor".
¿Qué aspectos han sido los más criticados?
En el artículo se señalan algunos aspectos como los "más deficitarios" en relación a esta práctica forense:
- Falta de especialización de los profesionales.
- Ausencia de protocolos técnicos unificados.
- Escasez de medios.
- Retrasos en la emisión de los informes
1. Falta de especialización
No podemos ignorar el hecho de que en España hay una ausencia de regulación específica de los profesionales que forman parte de estos equipos psicosociales de los juzgados, lo cual afecta directamente a la formación y especialización con la que estos cuentan.
De hecho según el informe de la AEAFA, sólo aproximadamente el 3% de los encuestados considera que su formación es muy buena, frente al 73% que considera que su formación y especialización es muy deficiente, repercutiendo todo ello en la calidad de los informes periciales que se realizan y en el servicio que se ofrece a las familias envueltas en este tipo de procedimientos.
2. Ausencia de protocolos técnicos
Otro aspecto al que se hace referencia en Diario Jurídico es a la ausencia de protocolos técnicos unificados en estos equipos psicosociales.
El propio Defensor del Pueblo ya había señalado la importancia de que se contasen con protocolos unificados de actuación en dichos equipos, en los cuales se especificaran aspectos como el número de personas con que ha de contar cada equipo, la metodología e instrumentos de evaluación a utilizar, el tiempo otorgado para la realización del informe, entre otros.
En este sentido, parece que, según el 51% de los profesionales encuestados, estos equipos no cuentan con instrumentos de evaluación apropiados para la realización de los informes.
Esta falta de protocolización
afecta indirectamente a la objetividad con la que se realizan los informes puesto que, si no existe un protocolo a seguir, será difícil la replicabilidad, por ejemplo, de las entrevistas a realizar a cada peritado.
3. Medios y recursos escasos
La inexistencia de una regulación específica así como los escasos recursos destinados a éste ámbito de la Justicia suponen que apenas existan plazas de empleo público para este tipo de profesionales, existiendo así escasez de personal para estos equipos psicosociales.
Asimismo, tampoco se cuentan en ocasiones, con los instrumentos psicométricos adecuados para cada caso.
4. Retrasos en la emisión de los informes
Todo lo anterior supone una gran sobrecarga de trabajo para los psicólogos o trabajadores sociales que forman parte de estos equipos lo que, junto con el incremento de las demandas de informes periciales en los casos de Familia, hace que estos no puedan dedicar el tiempo debido a la evaluación psicológica, corrección e interpretación de las pruebas o a la redacción de cada informe pericial.
Todo ello sin contar con que esta situación también está provocando un gran retraso en la emisión de los informes periciales, el cual es actualmente muy criticado por la abogacía especializada.
Según los datos aportados por la encuesta efectuada por el Observatorio de Derecho de Familia "solamente el 34% de las evaluaciones se realizaría dentro de un plazo de seis meses".
💡 En más de la mitad de los casos la espera excede de los seis meses pudiendo llegar al año y medio.
4. ¿Cuáles son las consecuencias de un funcionamiento tan deficiente?
Consideramos que, a pesar de los esfuerzos de estos profesionales, los múltiples aspectos deficitarios que hemos ido comentando a lo largo del post, ponen en duda la validez y la calidad del trabajo realizado por los psicólogos y trabajadores sociales que forman parte de los Equipos Psicosociales de los Juzgados, generando una desconfianza generalizada hacia la fiabilidad de los informes periciales psicológicos en general.
Y además...
Pero no acaban aquí las consecuencias negativas de su mal funcionamiento, en nuestra opinión existe una gran repercusión, y todavía de mayor importancia, en el bienestar de los usuarios de estos servicios, por ejemplo una familia con hijos menores que está pasando por un procedimiento contencioso de divorcio.
El hecho de que la evaluación y el informe pericial se prolonguen tanto tiempo, en ocasiones hasta más de un año, supone también una prolongación de su sufrimiento y una continuación de la inestabilidad en la que pueden encontrarse los menores implicados, lo cual llevaría a un posible incremento de la conflictividad entre los progenitores y a mayores dificultades para que estos puedan continuar con sus vidas dejando atrás el conflicto.
En este sentido, consideramos que este tipo de procedimientos son, ya de por sí, suficientemente complejos e implican una gran cantidad de componentes emocionales, psicológicos y sociales, que encima se ven agravados por un deficiente funcionamiento del sistema.
Todo ello hace que la utilidad de estos profesionales pierda cierto sentido puesto que, al fin y al cabo, no podemos olvidar que una parte de su labor, como psicólogos, es el auxilio judicial de personas vulnerables, es decir, ayudar a aquellas familias con un mayor grado de conflicto, aumentando sus recursos y mejorando las relaciones entre los miembros de la misma, siempre mirando por el interés superior del menor.
5. ¿Qué alternativas se plantean?
Desde Estudio Psicoforense esperamos que se tome conciencia de la importancia que tiene la labor que realizan estos profesionales y que se dote de mayor cantidad de recursos personales, materiales y económicos a estos equipos.
Señalar que, una posibilidad muy utilizada en la práctica, es la de solicitar previamente una
prueba pericial externa a psicólogos ajenos al equipo psicosocial, que ninguna relación tuviesen con el caso planteado.
Estos podrían aportar gran agilidad al caso contando con más tiempo, dedicación y recursos que destinarían para realizar la evaluación, aplicar las pruebas necesarias y redactar el informe psicosocial ajustado a cada caso, evitando así largas esperas y el incremento del desgaste que supone pasar por un procedimiento judicial.
En este sentido, señalar que en
Estudio Psicoforense estamos especializados en la realización de informes psicosociales para procedimientos de familia, trabajando conjuntamente con otros profesionales cuando es necesario, en este caso, trabajadores sociales.
Bibliografía:
3. Martín, S. (1993). Psicología Forense en los Juzgados de Familia. En Urra, J. y Vázquez, B., Manual de Psicología Forense. Madrid: Siglo XXI.
4. Ramírez, M. (1997). La protección de menores desde la perspectiva del psicólogo forense. Anuario de Psicología Jurídica, 1997. Págs. 9-21.