Diseño del blog
Informe Pericial Psicológico Bullying o Acoso Escolar ¿Ha habido cambios durante el confinamiento por el COVID-19?
Ainhoa Mayoral • 12 de abril de 2020
¿Tu hij@ sufre acoso escolar, bullying o ciberacoso? Descubre cómo detectar si tu hij@ sufre acoso. El informe pericial psicológico te servirá de prueba para demostrarlo.
Informe pericial psicológico en casos de acoso escolar o bullying
El problema de la violencia escolar y el bullying es ya un fenómeno conocido por la sociedad y un viejo tópico investigador.
¿Qué entendemos por acoso escolar?
El acoso escolar, más comúnmente conocido como
bullying
(intimidación en inglés), es el maltrato físico y/o psicológico deliberado y continuado que recibe un niño por parte de otro u otros, que se comportan con él cruelmente con el objetivo de someterlo y asustarlo, sin motivación aparente, aunque en ocasiones con vistas a obtener algún resultado favorable para los acosadores o simplemente a satisfacer la necesidad de agredir y destruir. El bullying implica una repetición continuada de las burlas o las agresiones que pueden provocar la exclusión social de la víctima.
Los expertos señalan que el bullying o intimidación implica tres componentes clave:
- Un desequilibrio de poder entre el acosador y la víctima. Este desequilibrio puede ser real o sólo percibido por la víctima.
- La agresión se lleva a cabo por un acosador o un grupo que intentan dañar a la víctima de un modo intencionado.
- Existe un comportamiento agresivo hacia una misma víctima que se produce de forma reiterada.
El bullying, ¿continúa ocurriendo durante la cuarentena?
Recientemente, la organización Save The Children ha advertido de la posibilidad del incremento de violencia y acoso que niños y adolescentes pueden sufrir durante la cuarentena.
Se considera que aquellos niños que ya eran víctimas de acoso en el centro escolar, aunque hayan dejado de asistir al mismo, pueden continuar siéndolo durante el confinamiento a través del ciberacoso (mensajes, comentarios, imágenes o publicaciones), ya que desde mediados de marzo la utilización de Internet ha aumentado considerablemente y es la única manera que tienen los chicos de estar conectados y entretenidos, seguir las clases, enviar tareas a sus profesores, etc.
De esta manera si el bullying continua ejerciéndose por esta vía, el confinamiento, lejos de una salvación para la víctima de acoso escolar, se convertirá en una pesadilla interminable.
La organización también alerta de otras formas de violencia que pueden sufrir niños y adolescentes, y que es posible se incrementen durante el confinamiento como el grooming el sexting.
¿Qué es el ciberacoso o cyberbullying?
Las vías por la que se produce el bullying han evolucionado en el tiempo y han surgido nuevas formas de intimidación, acoso y malos tratos que, ahora durante el confinamiento se verán incrementadas. Una de estas formas es conocida como ciberbullying
o ciberacoso. Podemos considerarlo como un subtipo o una nueva forma de bullying, por lo que su definición es válida con una nueva connotación, antes no contemplada, referida al uso de los medios tecnológicos para acosar, molestar o maltratar a la víctima. Los expertos lo definen como una agresión intencional, por parte de un grupo o un individuo, usando formas electrónicas de contacto, repetidas veces, a una víctima que no puede defenderse fácilmente por sí misma. Estas formas electrónicas son las denominadas Tecnologías de la Información y la Comunicación
(TIC).
Características del ciberacoso:
Pese a que lo consideramos una forma más de bullying, el ciberacoso manifiesta una serie de diferencias con los tipos tradicionales de maltrato y acoso entre escolares que merece la pena mencionar:
- Provoca una mayor inseguridad a la víctima, ya que no existen lugares seguros donde pueda estar a salvo, por tanto vive bajo un riesgo constante de agresión.
- Debido al medio por el que se realiza la agresión, ésta puede ser observada por una gran cantidad de espectadores un número indefinido de veces, lo que hace que el daño potencial de la agresión permanezca en el tiempo, ampliando los efectos esperados como consecuencia de la misma.
- Existe un gran número de víctimas que nunca conocerán a sus agresores debido al anonimato que caracteriza este tipo de actuaciones.
- Mientras que el bullying ordinario se realiza fundamentalmente en el centro educativo, el ciberbullying se puede producir fuera de él, lo que implica que sea más difícil de detectar por parte del profesorado.
Comportamientos propios de ciberacoso:
Algunos comportamientos típicos del ciberbullying serían:
- Mensajes de texto recibidos en el teléfono móvil.
- Fotografías o vídeos realizados con las cámaras de los móviles y posteriormente enviadas o usadas para amenazar a la víctima con hacerlo.
- Llamadas al teléfono móvil acosadoras.
- E-mails insultantes o amenazantes.
- Salas de Chat en las que se agrede a uno de los participantes o se le excluye socialmente.
- El acoso mediante los programas de mensajería instantánea (a través de programas como WhatsApp).
- Páginas Web donde se difama a la víctima y se “cuelga” información personal o se hacen concursos en los que se ridiculiza a los demás.
- Agresiones y la exclusión social en las sesiones de juegos multijugador online.
¿Cómo detectar si tu hijo sufre acoso?
Una de las partes más complicadas que envuelve al bullying es la detección. Suele ser un acoso invisible
para los adultos y que tarda tiempo en detectarse, por eso se ha de estar muy atento a los cambios de los niños que puedan indicar que son víctimas de acoso escolar.
Es fácil detectarlo cuando existen claras agresiones físicas y cuando hablamos de peleas constantes, de gritos y arañazos, de amenazas a base de insultos... Pero, ¿y si no hay gritos, ni puñetazos, ni palabras feas que podamos ver o escuchar? ¿Qué ocurre cuando el bullying es silencioso y envenena poco a poco a la víctima? ¿Y si la víctima no es capaz de decir nada? ¿Y si está totalmente bloqueada?
Señales que nos ayudarán a detectar si nuestro hijo está sufriendo acoso escolar:
En estos casos, nuestro hijo nos estará comunicando que está sufriendo acoso no con palabras, sino con gestos y comportamientos específicos:
- Observaremos cómo nuestro hijo habla menos, deja de contarnos cómo le ha ido en el colegio o qué ocurrió en clase. Esto ocurre porque hay algo que nos quiere ocultar o no nos quiere contar, quizás por vergüenza o por miedo.
- También veremos como se ha vuelto más introvertido y cómo le cuesta más comunicarse con los demás y expresar sus emociones. Esto se debe a la falta de autoestima y confianza en sí mismo que genera el acoso escolar constante.
- Es común que realice menos actividades de ocio con sus amigos ya que, además de una gran pérdida de interés por las actividades que antes disfrutaba, prefiere quedarse en casa porque es donde se siente más protegido.
- Llora más o se enfada con más facilidad, puedes notar que está más sensible e irritable. En ocasiones, también podremos advertir sintomatología depresiva (apatía, anhedonia, tristeza...).
- Podremos encontrar pérdida o disminución del apetito, relacionado con la sintomatología depresiva que comentábamos anteriormente. Uno de los signos físicos más comunes del acoso escolar es la pérdida de peso.
- El acoso escolar también puede dar lugar a un peor rendimiento académico. La víctima de acoso experimenta, además de la sintomatología depresiva, sentimientos de angustia y ansiedad que dificultan su concentración en los estudios.
- Presta menos atención a su aspecto físico y a su higiene, también muy relacionado con la sintomatología depresiva.
- La situación de acoso también puede dar lugar a sintomatología ansiosa que puede acabar generando incluso ataques de ansiedad (dificultad para respirar, aceleración del corazón, somatizaciones, insomnio, pesadillas...)
- También es común que el chico que sufre acoso desarrolle un comportamiento agresivo o violento en casa. Esto no es más que un intento de llamar la atención por parte del niño como consecuencia de una problemática que, como hemos dicho en muchas ocasiones, en invisible para los padres.
¿Cómo ayudar a tu hijo si está sufriendo acoso?
Es importante que observemos
y conozcamos
a nuestros hijos para ser capaces de detectar los sutiles signos del acoso escolar lo antes posible.
Tendremos que desarrollar nuestra habilidad empática
para poder comunicarnos con él sin que éste se cierre y nos oculte el problema. Será relevante, desde un inicio, mantener una actitud de comunicación positiva
basada en la validación emocional
y abierta con los hijos. Eso hará que se muestren más abiertos a contar cualquier problema aunque, en el caso del bullying, el sentimiento de culpa suele tener un gran peso y estas revelaciones pueden tardar algo más de tiempo en producirse.
También hay que mantener un diálogo entre padres y profesores
que ayuden a detectar comportamientos en entornos que no ve el otro y que puede dar una radiografía más acertada de lo que puede estar experimentando el niño en su día a día.
El informe pericial en casos de acoso escolar:
En ocasiones, será necesario acudir a un profesional para la elaboración de una evaluación y un informe pericial psicológico de acoso escolar. No podemos olvidar que, los niños acosados no dejan de ser víctimas y que el bullying produce en ellos, muy rápidamente, un daño psicológico constatable que es necesario evaluar y en muchos casos, peritar judicialmente. Así, desde
Estudio Psicoforense
recomendamos a los progenitores reunir una serie de
documentos:
- Informe pericial psicológico en el que se analicen los daños y/o secuelas psíquicas debidas al acoso.
- Informe psiquiátrico y/o psicológico del tratamiento que está recibiendo el chico (si recibe alguno).
- Actas firmadas de las reuniones que los progenitores hayan mantenido con profesores, tutores y directivos del centro escolar.
- Copia de los correos, mensajes o publicaciones en las redes sociales (con fecha y contenido) a través de los cuales se ha ejercido el ciberacoso).
- Utilizar testimonios de profesores, otros alumnos o personal del centro que hayan presenciado u observado la situación de acoso.
- Si el centro escolar activa un protocolo de acoso escolar y comienza una investigación, se podrá solicitar una copia del estudio realizado que servirá como prueba.
- En ocasiones también existirán denuncias previas que se podrán utilizar como prueba de la reincidencia del acosador/es.
Evaluación pericial psicológica
Resulta fundamental realizar una evaluación psicológica exhaustiva a través de la cual podamos acreditar los daños y/o secuelas psíquicas
que sufre la víctima de acoso escolar. Para ello, tendremos que realizar entrevistas para obtener información con los progenitores, con el chico víctima de acoso escolar y, cuando sea necesario, con profesores o psicólogos que hayan intervenido o conozcan el caso.
Durante esta evaluación deberemos utilizar los instrumentos de medida más adecuados, es decir, aquellos con buenas propiedades psicométricas de fiabilidad y validez y con escalas de validez que permitan identificar la manipulación de la imagen o simulación por parte del evaluado.
Así, utilizaremos cuestionarios genéricos que nos permiten detectar sintomatología
(ansioso-depresiva) en el menor pero también, en ocasiones será necesario evaluar su personalidad
(tratando de determinar si existe o no cierta vulnerabilidad en el mismo que incremente la sintomatología). Finalmente, será imprescindible utilizar tests específicos de acoso escolar
para elaborar una evaluación y peritación rigurosa y fiable del caso de acoso que se trate.
Realizada la evaluación, tendremos que plasmar los resultados obtenidos en nuestro informe, poniéndolos en conexión con la literatura científica para dotar de mayor objetividad a la pericial psicológica. Finalmente, será necesario abordar una serie de conceptos claves:
- Estado psicológico del evaluado. Haciendo referencia a la sintomatología presentada y al diagnóstico al que hayamos podido llegar, si ha sido posible.
- La situación de acoso y su relación con la sintomatología del evaluado. Apoyándonos principalmente en la literatura científica e investigación existente al respecto.
- Estado psicológico anterior y causalidad de la sintomatología. Según refieren los expertos, la mayor o menor repercusión psicológica tras experimentar una situación estresante en una persona va a depender de su vulnerabilidad personal pudiendo amplificar el daño psicológico o minimizarlo si la persona cuenta con factores de protección. Así, será importante determinar posibles factores de vulnerabilidad que estén afectando a la sintomatología, para lo cual será importante evaluar su personalidad.
- Pronóstico y tratamiento del evaluado. Aquí haremos referencia a la evolución esperada por el chico evaluado y al tratamiento psicológico que será necesario seguir. También podremos incluir una serie de recomendaciones tanto para los progenitores como para el centro escolar.
¿Por qué mi hijo acosa a otros chicos?
La mayoría de información que encontramos al respecto tiene que ver con qué hacer con nuestro hijo cuando es una víctima de bullying y cómo apoyarle pero ¿qué pasa cuando nuestro hijo es el que ejerce el bullying?
¿De dónde procede su agresividad?
Los expertos ha determinado una serie de causas que pueden explicar que un niño se convierta o comporte como un agresor:
- Violencia en el interior de la familia: es muy común que los niños agresores vengan de una dinámica familiar violenta. Si crecen en un ambiente donde se vive de cerca la violencia y el abuso verbal, físico o psicológico ya sea entre sus padres, de sus padres hacia él, o de algún hermano o tío es una realidad que aprenderá a seguir estos patrones y/o encontrará en el bullying una forma de desahogar sus propios sentimientos de inseguridad, angustia y rabia contenida.
- Falta de límites: niños que están acostumbrados a tener siempre lo que desean, a no frustrase nunca, a traspasar los límites sin que haya ninguna consecuencia, a gritar, insultar y pegar sin que pase nada, es muy posible que vayan más allá en el futuro y que, cuándo alguien trata de imponerles límite, no lo comprendan y actúen con agresividad.
- Malas Amistades: en ocasiones ciertas amistades pueden influir perjudicialmente en los comportamientos de los niños y jóvenes quienes empiezan a imitar comportamientos agresivos. Por otro lado, muchas veces actuar en pareja o grupo les da una sensación de seguridad y les hace sentir que su conducta agresiva es aceptable, debido a lo que conocemos como "refuerzo social".
- Exposición a contenido violento: sobra decir que la exposición a videojuegos que cada día son más agresivos y violentos, a películas o a programas de televisión, sin supervisión, pueden ser generadores de agresión en los niños y jóvenes.
- Falta de habilidades sociales: hay quienes tienen dificultades para vincularse y conectarse con los demás porque no cuentan con las habilidades sociales necesarias y, al no lograr sentirse realmente integrados, adoptan patrones agresivos con los más débiles muchas veces en busca de lo que ellos creen que será “aceptación” del grupo.
Y llegados a este punto os preguntaréis... ¿qué hago si mi hijo es uno de ellos?
Será importante que, una vez lo detectemos, pasemos a
reconocer
y a
aceptar
que es un
problema, aunque será doloroso, esto es fundamental para empezar a actuar. A continuación, tendremos que ocuparnos de buscar la
causa
de su
comportamiento, para lo cual podemos recurrir a la ayuda de especialistas si fuese necesario. En ocasiones, serán crucial disponer de una evaluación psicológica
tratando de determinar si ha habido algún evento específico en su vida que haya podido desencadenar su comportamiento agresivo.
Será relevante también que mantengamos una comunicación
fluida con el centro escolar
y que nos tomemos en serio sus quejas. Será imprescindible elaborar conjuntamente un plan de acción
que incluya la reparación de la falta y la supervisión constante de la situación.
Posteriormente, será necesario mantener conversaciones con nuestro hijo y definir las consecuencias que tendrá para él el comportamiento adoptado. Será importante abordar el alcance de lo sucedido y encontrar juntos la forma de reparar el daño causado.
Como decíamos anteriormente, en algunos casos, lo mejor será solicitar ayuda profesional de un psicólogo para detectar qué ha podido detonar este comportamiento, qué cambios se deben hacer a nivel familiar, cómo ser más consistentes con los límites para, con todo ello, tratar de modificar su conducta.
De la misma forma, en ocasiones, también será conveniente que el chico asista a terapia psicológica
donde podrá aprender a cambiar los patrones agresivos, manejar el enfado e irritabilidad, desarrollar habilidades sociales y de comunicación, etc. Al fin y al cabo, el llamado "bully" o acosador no está haciendo otra cosa que pedir ayuda a través de su comportamiento inadecuado y disruptivo.
Errores de los padres frente al acoso escolar
El acoso escolar o bullying es un tema muy serio que puede afectar más de lo que piensas a tu hijo. Cualquier niño puede ser víctima de acoso. Y el colegio, ese lugar que antes era seguro, se transforma en una auténtica pesadilla para él.
La actuación de profesores y padres ante un caso de bullying es determinante. No sólo la rapidez con la que se actúa, sino el cómo se actúa. Algunos padres, en ocasiones, pueden cometer una serie de errores que pueden perjudicar enormemente a los chicos:
- Pensar que los problemas que experimenta tu hijo son "cosas de críos". En el momento en el que hay un desequilibrio de poder y una víctima que sufre, se trata de una situación de acoso, la cual puede traer consecuencias muy negativas para el menor que está siendo acosado.
- Pensar que a nuestro hijo eso nunca le ocurrirá sin que nos enteremos: "soy su padre/madre, me lo contaría seguro". Las víctimas de acoso, al igual que cualquier víctima, suelen sentirse avergonzadas y ocultan la situación que están viviendo y disimulan el dolor que sufren para no tener que contarlo. Suelen, además, experimentar miedo y evitan contarlo porque en muchas ocasiones son amenazados por el acosador/es. Los padres suelen enterarse de que su hijo sufre acoso, pero al cabo de bastante tiempo.
- Creer que eso sólo les pasa a los niños "especiales", "raros" o "con problemas". No existe un perfil de víctima de acoso escolar, puede ser cualquier niño (buen o mal estudiante; con o sin gafas; con o sin sobrepeso; inmigrante o no).
- Aconsejar a tu hijo que nunca se meta en los problemas de los demás, que lo ignore ya que no es su problema y todo le acabará salpicando. Con estos consejos a nuestros hijos contribuimos a que siga existiendo acoso escolar, ya que en estas situaciones no sólo hay una víctima y un agresor, también hay espectadores que conocen el problema y que podrían ayudar pero que no "se meten" porque en casa se lo han aconsejado. El problema de acoso escolar es un problema de todos, y depende de todos erradicarlo.
Bibliografía:
1. Calmaestra J, Ortega R y Mora Merchán JA (en prensa). Las Tecnologías de la Información y de la Comunicación y la Convivencia. Un estudio sobre formas de acoso utilizando las TIC. Investigación en la Escuela.
2. Defensor del Pueblo-UNICEF (2006). Violencia escolar: el maltrato entre iguales en la educación secundaría obligatoria. 1999-2006. Madrid: Publicaciones Oficina del Defensor del Pueblo.
3. Mora Merchán JA y Ortega R (2007). Las nuevas formas de bullying y violencia escolar. En R. Ortega, JA Mora Merchán y T Jäger (Eds.). Actuando contra el bullying y la violencia escolar. El papel de los medios de comunicación, las autoridades locales y de Internet E-Book. Recuperado el 10 de junio de 2007, de http://www.bullying-in-school.info.
4. R. Ortega-Ruiz, R. Del Rey y J.A. (2013) Casas. La convivencia escolar: clave en la predicción del bullying. Revista Iberoamericana de Evaluación Educativa, 6(2), págs: 91-102.
5. R. Ortega-Ruiz et al. (2016). Evaluar el bullying y el cyberbullying validación española del EBIP-Q y del ECIP-Q. Psicología Educativa 22 págs: 71 - 79.
¿Necesitas demostrar una situación de abuso sexual a un menor?
¿Tienes sospechas de que tu hij@ pueda estar sufriendo algún tipo de abuso sexual?
El informe pericial de credibilidad de testimonio del menor te servirá como prueba en un procedimiento judicial.
¿Se te acusa de un delito y sospechas que ocurrió bajo alguna circunstancia donde tu capacidad de entender y actuar pudiera estar afectada? Es posible que puedas conseguir un eximente o atenuante.
Necesitarás de un peritaje psicológico para demostrar y acreditar la alteración o trastorno psicológico que presentas. Sigue leyendo para más información.
¿Eres víctimas de violencia de género? Puedes demostrarlo. Descubre cómo te puede ayudar el peritaje psicológico en casos de violencia de género.
¿Tienes que realizar una entrevista con el Equipo Psicosocial de los Juzgados y no sabes cómo enfrentarte a ella? Te ofrecemos asesoramiento y orientación al respecto. Sigue leyendo para más información.
¿Sufres algún un daño psíquico o psicológico? ¿Necesitas un informe pericial psicológico para demostrar un daño y/o secuela psíquico? La valoración del daño psicológico es una de las demandas más frecuentes realizadas al psicólogo forense ...
Todo lo que necesitas saber sobre el informe pericial psicológico y el contrainforme. Qué es un perito psicólogo. Ventajas e inconvenientes de contratar a un perito de parte. Utilidad y precio del informe pericial. Protocolo de actuación. Cómo solicitar un peritaje psicológico.
¿Sufres una incapacidad laboral y necesitas demostrarlo? Aquí tienes toda la información sobre la utilidad del informe pericial psicológico en casos de incapacidad laboral.
¿Dudas de que un familiar o conocido posea las CAPACIDADES MENTALES suficientes para otorgar testamento? ¿Deseas IMPUGNAR un testamento ya firmado? Para demostrarlo deberás obtener un informe pericial en el que se acredite la posesión o no de dichas capacidades.
¿Te estás divorciando y hay menores de por medio? Es posible que necesites un PERITAJE PSICOLÓGICO para optar a la CUSTODIA COMPARTIDA o para demostrar que posees las CAPACIDADES PARENTALES adecuadas para hacerte cargo de tu/s hijo/s.
¿Sufres acoso laboral o mobbing? ¿En qué puede ayudarte un informe pericial psicológico?
